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ISSN 1989-4163

NUMERO 100 - FEBRERO 2019

La Melodía de la Oscuridad

Francisco Marín

Autor: Daniel Fopiani. Espasa (2019). 272 pgs. 19,90 €.

«No olviden este nombre DANIEL FOPIANI»


Todos los que tenemos “el vicio” de leer, albergamos en nuestro interior autores más y menos favoritos. Entre mis más admirados se encuentran, de momento, por ejemplo, Hennig Mankell y Pierre Lemaitre… digo de momento, porque sumo a esa lista a Daniel Fopiani.

La melodía de la oscuridad es la muestra, cuasi definitiva, de que en menos de 300 páginas se puede decir todo, todo es todo. Se puede iniciar y finalizar una trama perfectamente ensamblada… con personajes, situaciones, palpitaciones, iras, odios, amor, sarcasmos, desencantos… en su “justa medida”.

Patricia, Adriano, Román, Alceo, Acho, Rumanía y Cádiz son los protagonistas centrales de esta historia…

Adriano es un hombre acabado, nada queda de aquel aguerrido sargento que sufrió un atentado en Intxaurrondo que le dejó ciego. La explosión le reventó las cuencas oculares y la vida entera: ahora es un monstruo desfigurado, invidente, que vive en Cádiz dependiente de su mujer, Patricia, que apenas soporta la rutina y que, a pesar del profundo amor que siente por su marido, no puede dejar de estar angustiada, además, por el dolor incesante de no haber tenido hijos.

Cuando el teniente Román pide la ayuda de Adriano para encontrar al asesino que aterroriza a la ciudad, él sabe que, a pesar de su ceguera, no podrá negarse. La primera víctima aparece salvajemente mutilada en el museo arqueológico, la segunda en uno de los parques más concurridos. Adriano intuye que el psicópata está emulando los doce trabajos de Hércules. Comienza así una investigación que revelará profundos secretos del miedo, la miseria y el amor humanos.
Daniel Fopiani es un autor que vuelca sus entrañas en lo que redacta y, lo más importante, cree en lo que hace. Sólo de esa forma puede hacer patente de manera indiscutible el miedo, las miserias y el amor de los humanos. Sin olvidar al personaje no humano, Acho el perro guía de Adriano. Mis respetos para quien ha sido capaz de somatizar la ‘animalidad’ del perro.

Al comenzar la lectura, en la página 16, nos damos de bruce con una frase que nos da idea de la altura literaria del padre de la criatura: «Abrió. Y de dentro del piso escapó una ráfaga de silencio atrapado que les golpeó el espíritu». Insuperable. Ese es el sentido de toda la obra, pues cada página es una bofetada de intenciones, que no te esperas.

Dentro de toda la congoja y desazón que puede rodearnos en esta melodía hay un capítulo, el 21, que nos deja muy claro que, a pesar de las mejores y peores situaciones, somos gente normal que, a veces, nos exhibimos en nuestra más natural y ridícula “desnudez”.
Grande, Daniel. Sólo un grande con la cabeza muy en su sitio y seguro de su trabajo se puede permitir un capítulo, el 26, de una única frase. Y como solo saben hacer los que manejan las historias de forma brillante… el final de esta obra, es de quitarse el sombrero.
 
Daniel Fopiani (Cádiz, 1990) es sargento de Infantería de Marina y escritor. Ha participado en diversas misiones de paz en el extranjero y, como jefe de los Equipos Operativos de Seguridad de la Armada, ha estado desplegado en el norte de Europa, el golfo Pérsico, el mar Rojo, Turquía, Grecia, Egipto e Irak.
En 2017 consiguió el Premio Valencia Nova de Narrativa con la novela La carcoma, y cuenta en su haber con otros galardones literarios, como el primer premio en el Certamen Internacional «Ana María Navales» y en el X Certamen de Creación Literaria «García Gutiérrez».
Escribe activamente para la revista Zenda, ha formado parte de varias antologías de relatos, ha colaborado como columnista en varios periódicos de Cádiz y durante más de cinco años ha sido director de la revista literaria RSC.

Agradecemos a Daniel Fopiani que haga un alto en su vorágine promocional y que celebre con los lectores de Agitadoras este número 100… Gracias…

P.- ¿Quién es Daniel Fopiani?

R.- Uno que lleva toda la vida soñando con esto de escribir novelas.

P.- ¿Cuándo, cómo y por qué, nace La melodía de la oscuridad?

R.- La idea precursora de este proyecto fue la de narrar una historia desde la perspectiva de un invidente. Era un reto narrativo, a fin de cuentas. El Premio Valencia Nova de Narrativa que me concedieron en 2017 sirvió para que empezase a confiar en mi propia voz y decidí apostar por algo un poco más atrevido.

P.- ¿Cuál ha sido su base documental?

R.- Cuando comencé a estructurar la trama de La melodía de la oscuridad descubrí que tenía muchas deficiencias y había detalles que desconocía del mundo de la invidencia. Me vi obligado a acercarme a asociaciones como la O.N.C.E. Un par de voluntarios tuvieron la generosidad de sentarse conmigo y contarme su testimonio. Si tengo que agradecerle algo a esta novela es todo lo que he aprendido, madurado, con este tipo de experiencias.
En cuanto a los procedimientos policiales y de investigación, cuento con el apoyo y el asesoramiento de un Sargento de la Guardia Civil y un agente destinado en un puesto principal de investigación.

P.- ¿Hay modelo real para el personaje de Adriano?

R.- No. Es un personaje de ficción. No he conocido a nadie como él en carne y hueso.

P.- Amor, ira, frustración, odio, redención... ¿Cómo se casa todo esto?

R.- Escribir una novela no solo consiste en estructurar y vomitar una trama que distraiga al lector. Un libro debe ser mucho más que eso y la novela negra es una herramienta perfecta para reflexionar y tratar temas como estos.
Una cosa que me ha llamado bastante la atención es que la mayoría de lectores me dan la enhorabuena por la historia de amor que he creado entre Patricia y Adriano. Ha sido involuntario, lo juro. Supongo que lo que está gustando tanto de esta pareja es que está alejada de todos esos clichés que estamos acostumbrados a leer. Nos queda claro que están enamorados, a pesar de todo el dolor que comparten.

P.- ¿Qué hay de usted en la historia? ¿Cuál es su personaje favorito?

R.- Por más que los escritores lo intentemos, es inevitable que haya un poco de nosotros en cada personaje. Quizá, Adriano tenga mucho de Fopiani. Sin embargo, con el que mejor me lo he pasado ha sido con Acho, el perro. Y creo que eso se transpira en la lectura. Es probable que sea el único personaje feliz de La melodía de la oscuridad.

P.- ¿Se ha planteado escribir una novela con base en Cartagena?

R.- Claro que sí. Casi sin darme cuenta, ya llevo casi año y medio en esta ciudad. Estoy seguro de que en un futuro escribiré algo ambientado en Cartagena. Es la única manera que tengo de agradecer el buen trato que siempre he recibido por parte de esta ciudad.

P.- ¿Cuáles son sus géneros y autores favoritos? ¿Quién es su referente en la novela negra?

R.- Leo casi de todo, no me suelo preocupar por los géneros y las etiquetas. Aunque bien es cierto que últimamente leo a bastantes autores de género negro. Podríamos hablar de Benito Olmo, Carlos Augusto Casas, Claudio Cerdán, Pérez Gellida, Lorena Franco, Pere Cervantes…

P.- Su arma preferida a la hora de matar ¿es?

R.- El bolígrafo, siempre.

P.- ¿Qué está leyendo ahora mismo?

R.- Todo lo mejor, la última novela de César Pérez Gellida.

P.- Como lector, prefiere: ¿libro electrónico o papel?

R.- Siempre leo en formato físico. Me gusta mucho disfrutar del tacto, el peso y el olor del papel. Además, soy medio fetichista con esto y me gusta coleccionar los libros firmados en mi librería.

P.- ¿Qué manías tiene a la hora de escribir?

R.- Hacerlo a mano. Es un hábito que llevo arrastrando desde que comencé a gatear en el mundo de la literatura. Me ha dado suerte. No creo que cambie esta manía nunca.

P.- Venda su novela. ¿Por qué hay que leer La melodía de la oscuridad?

R.- Yo soy el primer sorprendido ante el aluvión de buenas críticas que está teniendo la novela. Parece ser que el protagonista, invidente, llama bastante la atención y se está ganando el cariño de los lectores. La novela está narrada en un lenguaje muy directo y natural, sin argucias ni demasiados adornos, me aseguran que La melodía de la oscuridad es una lectura muy ágil y que no da descanso al lector en ningún momento. Y yo, supongo, que todo esto ayuda a que la novela esté volando de las librerías, a pesar de que solo lleve un par de semanas publicada.
Italia ya ha comprado los derechos para su traducción y Francia y Alemania están detrás de la novela. Parece que esta historia va a llegar un poco más lejos que las anteriores.

P.- Sus planes a corto y medio plazo ¿son?

R.- Seguir escribiendo y ser feliz.

 

 

 


La melodía de la oscuridad

 

 

 

 

 

 
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